La entrevista apareció hace algunas semanas y aquí la reproducimos para todos aquellos quienes no pudieron leerla. Agradecimiento especial a Jaime Cabrera de la web
Leeporgusto y a Carlos Amoros por la coordinacion de prensa en Lima.
Por Jaime Cabrera Junco
El
crítico y escritor ruso Viktor Shklovski decía que en literatura la herencia no se
transmite de padre a hijo sino de tío a sobrino. Si eso es cierto,
es una coincidencia que el arequipeño Álex
Rivera de los Ríos (1987)
sea sobrino de un escritor considerado una leyenda en su tierra, Edmundo de los
Ríos.
“Yo
no sabía nada de él hasta los 16 años. Empecé a leer mucho a los 14 años y un
día en la Biblioteca Municipal de Arequipa vi y leí su novela Juegos verdaderos.
Vine a visitarlo a Lima y desde ahí siempre me aconsejó, me prestaba libros, me
decía sobre todo que lo que uno quiera hacer debe hacerlo con esfuerzo y disciplina”,
afirma Álex, quien acaba de publicar su primer libro titulado Nena, un cuentario editado por el sello
arequipeño La Travesía Editora, y cuyo relato del mismo nombre,
escrito en 2009, está dedicado a su tío abuelo Edmundo.
¿Desde cuándo comenzaste a
escribir?
Como todo prospecto de escritor tenía cosas escritas sobre todo poemas, yo soy
un poeta frustrado porque mi primera intención fue ser poeta y al ver que no
daba la talla decidí ser un narrador. Publiqué artículos a los 16 años en el
diario El Pueblo. Antes de Nena tenía
un libro entero con diez cuentos, pero un virus en la computadora los borró.
Tal vez no era yo el libro tenía algo de estilo.
En Nena, tu primer libro hay una
fijación por el estilo, por trabajar la prosa. ¿Cómo fuiste escribiendo estos
cuentos?
Los cuentos empecé a escribirlos hace cuatro años, escribí Nena, el
primer cuento, y me gustó mucho por su sinceridad, más que por su técnica
porque significó explorar mis recuerdos de infancia y mis traumas y dije que
aquí podía haber material para seguir escribiendo. Para mí este libro es una
propuesta del lenguaje, del estilo, en el género. En cada cuento me muestro
también como soy como persona.
Se dice que un primer libro es
de aprendizaje, ¿cómo tomas este debut literario?
Es un aprendizaje porque es una experiencia distinta, de ser un desconocido en
el ámbito cultural y ver que mi rostro aparezca en un medio de prensa. Cuando
uno publica su primer libro aprende. Pero, la sinceridad, la honestidad en el
libro es lo más importante. Cuando la crítica es positiva es un aliciente, y
cuando es negativa aunque muchos digan que no, sí duele, pero también ayuda a
enmendar nuestros errores. Los jóvenes escritores se proyectan como cuentistas.
A mí sucede que me he proyectado como novela y espero que mi segundo libro sea
una novela. Pero en este primer libro he respetado el género. Pienso que no he
cumplido el reto ya que el cuento se caracteriza por su perfección.
Los personajes femeninos de
estos cuentos aparecen como superiores respecto a los masculinos
Fíjate que me di cuenta de esto cuando ya tenía el libro en mis manos. Creo que
esta característica se evidencia en el título del libro y del cuento que
considero el principal: Nena, en el que su protagonista es una niña de 12 años,
en el que tomo como punto de referencia a varios personajes que he conocido en
mi vida.
Eres profesor de francés, chef
y actualmente estudias Derecho, esto parecería una búsqueda de una vocación…
No tengo miedo de decir que son trabajos alimenticios, me he metido en esto
solo para que sirvan con un fin: la literatura. Tal vez debí dedicarme solo a
la literatura y me dejé llevar por el consejo de que es difícil vivir de esto
en el país. A veces veo que más llamo la atención como chef que como escritor.
El Derecho me ha permitido estar más vinculado con las letras y ahora he podido
escribir más.